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Vagabundear entre iglesias,
plazas y jardines encantados

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Descubre Lucca

A Lucca se le denomina la “ciudad de las cien iglesias”. Es cierto que es rica en edificios religiosos, tanto dentro como fuera de las murallas, pero referirse sólo a esto no hace justicia a la belleza y la variedad de escenarios de esta ciudad toscana.

Tómate tu tiempo para vagabundear a través de las pequeñas calles de piedra del centro, para curiosear en los talleres artesanales, para sentarte en una terraza en la Plaza del Anfiteatro o pasear por las Murallas inmerso en el perfume de los tilos.

Qué ver en Lucca

Jardín botánico

María Luisa de Borbón lo inauguró en 1820. Hoy, tras un siglo de historia, todavía te regala 2 hectáreas de naturaleza donde pararse a respirar aire puro y disfrutar de sus senderos flanqueados por magnolios y olorosos olivos, por hileras de boj balear y cedro del Líbano, símbolo del jardín.

Torre Guinigi

Es una de las pocas torres que todavía se pueden visitar de las 250 que había en Lucca. Construida por la importante familia Guinigi, dueña de la ciudad. Su perfil se distingue por las encinas que asoman en su parte superior, símbolo de fuerza y crecimiento. Atrévete con sus 230 escalones y admira el espectacular panorama que te ofrece toda la ciudad de Lucca.

Museo Nacional de Villa Guinigi

En las salas de esta maravillosa villa del 1400, perteneciente a los señores de la ciudad, hoy se pueden descubrir los tesoros de Lucca: bienes religiosos y laicos y restos arqueológicos. Entre las obras que se muestran se encuentran las figuras en terracota de Donatello como La Madonna e il Bambino, restos etruscos y el Cristo Crucificado de Guido Reni.

Plaza del Anfiteatro

Ésta no es sólo una plaza, es un mundo en sí, un museo, un teatro. Levantada sobre los restos del Anfiteatro Romano, con su forma elíptica y los escalonados edificios que la circundan, es todavía el lugar de encuentros, donde se queda para conversar, sentarse en las terrazas para tomar algo hasta que se hace de noche, tal y como se hacía antiguamente.

Plaza San Michele

Cuando entras en esta plaza te encuentras frente a una verdadera obra maestra. A su alrededor los palacios medievales se asoman con sus arcos y parteluces. En el centro la maravillosa Iglesia de San Michele in Foro, de mármol blanco, típico estilo románico de Pisa. En su interior, se custodian tesoros de valor incalculable: la Madonna col Bambino de Andrea della Robbia, la Pala Magrini de Filippo Lippi y la Vírgen en alto relieve de Raffaello da Montelupo.

Plaza San Frediano

Esta larga y estrecha plaza alberga una de las iglesias más hermosas de Lucca: la Basílica de San Frediano. Su fachada está decorada con mosaicos dorados de estilo bizantino. En su interior la bóveda se sostiene sobre cuarenta columnas romanas todas diferentes.

Museo – Casa Natal de Puccini

Un viaje atrás en el tiempo para descubrir los orígenes y la historia del gran compositor italiano Giacomo Puccini, autor de obras como Turandot, La Bohème y Madame Butterfly.y.

Muralla de Lucca

Uno de los escasos ejemplos de fortificación moderna en Europa conservado completamente intacto. Las murallas de Lucca, que se remontan a tiempos de los romanos, ofrecen 4 kilómetros de recorrido completamente accesible. Creadas para proteger la ciudad de las miras expansionistas de Florencia, en 1800 María Luisa de Borbón intuyó su potencial función como camino peatonal. De hecho, a día de hoy, todavía es uno de los lugares preferidos por los ciudadanos de Lucca para pasear, hacer deporte o descansar frente a la bella ciudad.

Torre delle Ore y Via Fillungo

Via Fillungo es la calle de las compras por antonomasia en Lucca. Aquí podrás adquirir los productos de fabricación local, como las conocidas camisas Cerri y las sedas de Zazzi. En la esquina con via dell’Arancio se encuentra la Torre delle Ore, la más alta de la ciudad. Más de 200 escalones te separan del mecanismo manual del reloj, una pequeña joya de ingeniería, de los pocos que todavía funcionan en Europa.

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